El salón
principal de un hogar familiar tak
es siempre el lugar escogido para reunirse y celebrar un nuevo nacimiento. Esto
se debe, sin duda, a que para ellos es el lugar más representativo de la
familia que allí habita: de él parten para dar comienzo a un duro día de trabajo,
a él regresan al final de la jornada, en él se aman, en él se casan, en él nacen
y en él son depositados sus restos. Su importancia queda patente incluso en la
prestancia del mobiliario, realizado en las maderas más nobles y con los adornos
de hierro forjado más elaborados que sus dueños se pueden permitir. De hecho,
para ellos no hay mejor forma que esa de hacer ostentación de posición y riqueza
ante el resto de sus semejantes. Sobre todo en tiempos de paz.
Revisando "La Fe y el Escudo".